Tal vez para muchos suene absurdo, si lo que estás tratando de hacer es deshacerte de una deuda ¿Por qué querrías contraer otra? Pues bien, la clave de todo está en los intereses.
Hay créditos en los que la tasa de interés mensual que te cobran es mayor, generalmente los de las tarjetas de crédito son así; y créditos con tasas de interés más bajos, que puede ser el caso de algunos préstamos personales. Por lo que no se trata de contraer dos deudas, sino de pagar la que cobra mayores intereses con la de menores intereses.
Esto no significa que automáticamente estás librado de deudas, pero tienes oportunidad de pagarla más fácilmente, pues transfieres tu deuda a un crédito con mejores condiciones de pago.
Para hacer esto de la forma correcta es importante que conozcas cuánto es el interés que se te está cobrando mes a mes en tu tarjeta de crédito, y lo compares con los intereses de un préstamo personal. Si los del préstamo son menores entonces vale la pena hacer ese movimiento.
Tramitar este tipo de créditos es sencillo siendo cliente del banco, ya que se trata de un préstamo sin aval ni garantía y con requisitos muy accesibles.
Ahora que ya sabes que puedes pagar tarjeta de crédito con una solicitud de préstamo personal, evalúa las opciones que tienes y elige lo más conveniente para ti. Pero lo más importante es, una vez que liquides tu deuda, procura pagar mensualmente el monto total de tu tarjeta de crédito para no volver a caer en una situación de este tipo.