Ahora que ya ingresaste al mundo laboral, recuerda no gastar de más. Mejor descubre varias estrategias de ahorro en el trabajo y logra tus metas.
¿Cómo ahorrar y administrar mi dinero?
Crear conciencia de que necesitas ahorrar es algo clave. Es cierto que mientras vas avanzando en el mundo profesional y obteniendo más responsabilidades surgirá la necesidad de ahorrar, pero no te esperes hasta que sea urgente. ¿Por qué no empezar de una vez?
Es mejor prevenir que lamentar, y sabiendo que en este momento solo necesitas ocuparte de gastos propios -y que quizá todavía no tienes tu propia casa o familia que mantener-, es cuando más conviene ponerte a ahorrar.
5 consejos para ahorrar dinero
Es momento de analizar tu salario, ya sea fijo o variable, y desglosar cuánto y en qué gastas cada mes. No se trata de quedarte sin los lujitos que mereces, sino de saber en dónde hacer recortes.
- Ponle atención a los gastos hormiga. Poco a poco puedes ir desequilibrando tus finanzas sin darte cuenta. Los gastos hormiga se llaman así porque son pequeños, aunque pueden ser muchos. Tal como comprarte un café o antojitos varias veces al día, tomar taxis todo el tiempo o suscribirte a nuevos servicios en línea, entre otros. Aunque no cuestan mucho, si los apilas todos juntos va a significar mucho dinero. Es así que, mes con mes, tienes un presupuesto para pagar tus cosas y extrañamente a veces sí te alcanza y a veces no. Ponerle más atención a esos gastos chiquitos puede ser una diferencia importante.
- Abre una cuenta y ahorra. Otro de los consejos para ahorrar dinero es tener una cuenta específica para ello. Sí, olvídate de guardar tus billetes bajo el colchón y ve depositando dinero en tu cuenta de manera periódica; ya sea mensual, trimestral o semestral. Encuentra tu ritmo. Solamente necesitarás una identificación oficial, un comprobante de domicilio, un número de celular vigente y un depósito mínimo. Eso sí, otra ventaja es que puedes abrir y mantener la cuenta de ahorro con montos bajos, solo procura ser constante.
- Monitorea tus movimientos. Mantente al tanto de tu banca en línea y vigila el movimiento de tus cuentas con tal de decirle adiós a las sorpresas. Si te es posible, activa los servicios de alertas o notificaciones para que te llegue un mensaje cada que se haga una transferencia, saques dinero del cajero, debas pagar tu tarjeta de crédito o des de alta una nueva cuenta. El chiste es estar pendiente de tus finanzas y no solo revisar cómo van las cosas cuando sea quincena.
- Considera la PTU. La Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU), es otra prestación indicada por la ley, dirigida a aquellos trabajadores eventuales o de planta. Si la empresa en la que trabajas obtuvo utilidades durante el año fiscal anterior, entonces debe repartir un porcentaje entre sus colaboradores; acorde a los días que hayan trabajado y el sueldo que corresponde a estos. Posterior a las fechas en que se hace la declaración anual por parte de las empresas es cuando se debe realizar el pago de la PTU en caso de corresponder, así que revisa bien las transferencias que recibes y mantente en contacto con tus superiores en caso de consultas.
- No te gastes todo el aguinaldo. El aguinaldo es obligatorio según la ley, y una de las cosas más importantes a contemplar durante el ahorro en el trabajo, pues es una cantidad que puede ser importante. Por desgracia, también es fácil que salga volando, puesto que suele caer en época decembrina. Sí, las posadas y regalos a repartir en esas fechas son placeres de la vida, ni cómo negarlo, pero intenta ahorrar al menos un 20% de tu aguinaldo, cuando lo tengas. Puedes hacer el cálculo desde ahora.
¿Cómo ahorrar y administrar mi dinero sin descuidar las metas a corto y largo plazo?
Guardando un porcentaje fijo y siendo constante. Ten presente este último consejo.
Podrías, por ejemplo, guardar un quinto de tu salario (es decir, un 20%), y ocupar el resto para tus gastos cotidianos, como la despensa, gasolina o membresía de tu servicio de streaming; e ir revisando mes con mes cuánto tienes ahorrado. Así anticipas los gastos del futuro, de lo que necesitarás en el futuro, mientras sigues disfrutando las cosas en el presente.
Sin importar a que te dediques, no olvides que el ahorro en el trabajo sí es posible. Nada más hay que poner de tu parte.