Seguro has escuchado la frase: "El tiempo es dinero". A simple vista, parece tener mucho sentido, pues dedicas tus horas a un empleo a cambio de efectivo. Sin embargo, la lógica implica que lo contrario, "el dinero es tiempo", también sería cierto, pero no puedes comprar ningún solo segundo.
Dado que el tiempo es finito, todo lo que haces con tu vida debe tener una compensación, pues nunca recuperarás aquel periodo de minutos que dejas que se escapen. Por ello, muchas de las decisiones están basadas en el costo de oportunidad.
¿Qué es el costo de oportunidad?
Se expresa como la alternativa a la que renuncias cuando tomas una decisión. Ocurre al hacer una selección racional de tus opciones, considerando los beneficios que puedes obtener al escoger una alternativa por sobre otra que trae menos ventajas.
Si lo ves en términos monetarios, se trata de aquello que dejas de percibir por el hecho de no haber tomado cierta opción. Por lo tanto, el costo de oportunidad representa aquellos recursos finitos, generalmente tiempo y dinero, que pierdes; es el valor de la alternativa que no fue elegida.
Un ejemplo práctico del costo de oportunidad
Imagina que tienes 100,000 pesos ahorrados.
- Si los colocas en un buen fondo de inversión, podrías ganar dinero cada cierto tiempo si es que la tasa de interés te entrega rendimientos.
- En cambio, si los dejas en tu cuenta, el efectivo no valdrá lo mismo tiempo después, pues podrás comprar menos bienes debido a la pérdida de poder adquisitivo.
- En este caso, el costo de oportunidad es igual a la tasa de interés.
¿El ahorro de tiempo implica ahorro de dinero?
Las decisiones tienen consecuencias que se pueden expresar como costos, tanto explícitos (el precio de algo) como implícitos (el valor subjetivo que se le asigna a ese algo). Así, cada decisión es el resultado de un cálculo mental, de comparar el precio y los costos implícitos. Entonces: ¿Cuánto vale tu tiempo, literalmente?
- Si ganas 30,000 pesos mensuales, eso equivale a poco más de 187 pesos por hora (contando una semana laboral de 8 horas, con un total de 160 horas por mes).
Por lo tanto, ahora que sabes dicho dato, lo puedes aplicar en todo lo que haces. Por lo que si ves una página web que dice “compra en línea y recógelo en la tienda". Desde la perspectiva del valor de tu tiempo… ¿es buena opción mientras hay servicios que lo entregan a la puerta de tu casa? Tal vez no.
- Si vas por tu producto (ida y vuelta) usarás unos 45 minutos (o más); otros 15 en la tienda para un total de 60. En términos del costo de tiempo, esa aventura te costó al menos 187 pesos.
Ahorrando tiempo gracias a la tecnología
Aunque el tiempo sea finito, cuentas con un aliado importante: la tecnología. Cada vez que usas alguna herramienta que simplifica y hace más eficientes tus tareas diarias, estás dejando de gastar minutos que puedes emplear en algo que te produzca más valor.
Por ejemplo, si usas la banca digital y otras apps que hacen que tu día sea más eficiente, evitas ir a una sucursal bancaria para hacer un trámite y por lo tanto, estás haciendo un ahorro de tiempo, que puedes usar en proyectos personales que te generen ingresos extras o en hacer de mejor forma tu trabajo.
- Imagina que necesitas hacer el pago de una factura. Para lograrlo tienes dos opciones: lo puedes realizar con tu app bancaria en muy pocos pasos y en un proceso que no te toma más de algunos minutos, o bien puedes ir a la sucursal y ocupar bastante más de tu tiempo. Vale mucho la pena intentarlo, ¿No crees?
Como puedes ver, ahorrar tiempo se traduce implícitamente en un ahorro de dinero. Al entregarte más a la digitalización, ya sea en tus negocios personales como en tu vida diaria, tendrás la oportunidad de simplificar tu vida y de paso, lograrás ahorrar minutos valiosos a lo largo de la jornada, que podrás destinar en generar ingresos extras o simplemente en aprovechar mejor tu día y así pasar más tiempo en familia.