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¿Qué tipos de fideicomiso existen?

¿Qué tipos de fideicomiso existen?

Los fideicomisos son herramientas financieras bastante utilizadas en todo el mundo y a pesar de que muchas personas no las conocen, su origen se remonta a los tiempos de la antigua Roma. Desde ese entonces, se han desarrollado diferentes tipos de fideicomiso orientados a cubrir distintas necesidades que tienen las personas.

Según la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito (LGTOC) que opera en México, un fideicomiso es un contrato por el cual puedes transmitir tus activos, que pueden ser bienes muebles e inmuebles, dinero o derechos, a un tercero, que puede ser persona física o moral que tendrá que administrar esos recursos según las normas que estipule el acuerdo firmado por las partes involucradas.

Estos contratos están bien regulados por la autoridad, así que son instrumentos seguros y confiables, además de una manera cómoda de administrar una parte de tu patrimonio que destinarás a un fin específico. A continuación, conoce diferentes detalles que necesitas saber antes de firmar tu contrato de fideicomiso.

¿Quiénes participan en un fideicomiso?

Cuando se habla del fideicomiso, es necesario distinguir al menos las tres partes principales que componen esta figura mercantil: el fiduciante, el fiduciario y el fideicomisario. 

  • Fiduciante. También conocido como fideicomitente, es la persona física o moral (con patrimonio y personalidad propia) capaz de delegar determinados bienes o derechos a un tercero. Aquí, la LGTOC pone énfasis en la capacidad de goce, que se refiere a tu aptitud para adquirir derechos y obligaciones.
  • Fiduciario. Son instituciones que están autorizadas para ejercer el mandato del fiduciante, es decir, son las encargadas de gestionar tus activos para transmitirlos al fideicomisario según lo pactado en el contrato.
  • Fideicomisario. El beneficiario final de este procedimiento, puede ser una persona física con capacidad de goce o una persona moral con patrimonio y personalidad propia.

A su vez, la ley pone énfasis en que los bienes que conforman el fideicomiso tienen que ser destinados exclusivamente al fin que el fideicomitente defina y la institución fiduciaria está obligada a registrar contablemente los activos y mantenerlos separados de su propio patrimonio.

Tipos de fideicomiso más frecuentes

Existen diferentes categorías de fideicomiso y se clasifican según las condiciones establecidas en el contrato de fideicomiso y el fin último de los bienes que transmites. Algunos de los tipos de contrato más frecuente en el mercado actualmente son: 

 

Fideicomiso testamentario

Si estás preocupado por qué pasará con tu patrimonio después de fallecer y quieres evitarle engorrosos trámites a tus herederos, este tipo de contrato te permite establecer instrucciones precisas sobre qué hacer con tus activos cuando ya no estés.

Esta es una excelente forma de garantizar que se cumpla tu voluntad y asegurar que tu patrimonio se destine a los beneficiarios que tú escojas, ya que es un mandato legal que no puede ser modificado por otra persona que no sea el fiduciante.

Fideicomiso como medio de pago

Puedes solicitar este fideicomiso si eres cliente de la Banca Patrimonial, privada o UHN y necesitas un Préstamo Patrimonial Garantizado “PPG”, lo que te permite otorgar parte de tu patrimonio como garantía para acceder al crédito.

Fideicomiso de planeación patrimonial

Otro contrato dirigido a los clientes de la Banca Privada y UHN, quienes podrán entregar sus recursos para ser administrados según su estrategia de inversión, con el fin de beneficiar a una persona establecida.

Con este tipo de fideicomiso tienes la opción de acceder al crédito Préstamo Patrimonial Garantizado, lo que te permite generar liquidez con la garantía que ofrece tu patrimonio.

Fideicomiso estructurado

Reciben este nombre porque se adaptan a tus necesidades, por muy sofisticadas o especiales que sean. Pueden ser adquiridos por todo tipo de personas y te será posible aportar recursos líquidos, acciones o inmuebles, con el fin de beneficiar a la persona física o moral que tú decidas.

En este tipo de contrato, las reglas las pones tú, así que puedes estar tranquilo de que tu patrimonio se mantendrá a salvo gracias a que los bienes o derechos no pueden ser embargados y existe total confidencialidad de los intervinientes.

Beneficios de contar con un fideicomiso

Los fideicomisos brindan innumerables ventajas para el manejo de tu patrimonio, ya que es un contrato secreto que reserva la identidad de sus partes, los bienes quedan libres de embargo y entregan seguridad financiera a futuro para tus bienes, lo que puede beneficiar a los fideicomisarios que elijas. 

En definitiva, si necesitas asegurar tu patrimonio y conseguir una planificación certera y transparente de tus bienes, confía en las instituciones especializadas y encontrarás toda la asesoría que necesitas para garantizar que tus activos sean destinados a lo que tú decidas.

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