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Si buscas un resultado financiero distinto, no hagas siempre lo mismo

La diferencia hace el cambio en finanzas

Siempre ha existido una marcada diferencia entre las personas que quieren llegar a ser algo y los que lo logran. Esto se debe a que si bien todos tienen sueños y aspiraciones, solo algunos los convierten en metas y objetivos financieros; y de los que sí lo hacen, una baja cantidad planea cómo llegar a alcanzarlos.

 

Planifica para alcanzar tus metas

Hacer planes para alcanzar las metas y los objetivos financieros implica tres pasos: 

  1. Lo primero, es identificar lo que quieres alcanzar.
  2. Luego, planificar cómo llegar a esa meta y prever los obstáculos que te puedes encontrar.
  3. Finalmente, idear las soluciones.

El problema es que una baja cantidad de personas definen sus metas, una menor cantidad planifica y luego, pocos son capaces de sortear los obstáculos que se les presentan y puede ser por una sencilla razón: es común que insistan en tener un solo método para solucionar todos los problemas.

"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”

Esta es una de las frases de Albert Einstein, el físico alemán que ha sido considerado como el científico más importante del siglo XX. Este dicho se refiere a que hay que hacer cambios en aquello que no esté funcionando para lograr alcanzar el objetivo.

De la misma manera, ¿cómo esperas obtener un resultado financiero distinto si siempre haces las mismas acciones que te impiden alcanzarlo?

¿Cómo obtener un resultado financiero distinto?

Es posible que hayas llegado a la conclusión de que no haces una buena administración de tu efectivo y quizás te preguntes cómo manejar el dinero adecuadamente. Aunque es probable que puedas cambiar algunas cosas en la forma en la que gastas, también pueden existir otros problemas, por ejemplo:

  • Persigues demasiados objetivos a la vez. Poner la mira en algo es muy bueno en la mayoría de los casos. Pero tener demasiadas metas puede confundir tu enfoque y evitar que logres lo que deseas. Crea uno o dos objetivos y dividelos en el tiempo en el que esperas lograrlos. Así sabrás a qué asignarles prioridades.
  • Solo sueñas con el resultado. Si solo te concentras en lo que está al final, es muy probable que te pierdas en el camino. Mientras vas acercándote a lo que deseas, considera que deberás sortear obstáculos e imprevistos, los que puedes evitar si alcanzas a preverlos.
  • Sigues haciendo las mismas cosas una y otra vez. Si estás atrapado en una rutina, puede ser que sigas intentando cosas que no funcionan. Probablemente estés trabajando duro, pero si no sabes cómo manejar el dinero adecuadamente, puede ser que gastes de más y ese dinero nunca volverá. Cambia la metodología, prueba aquello que aún no has intentado para mejorar.
  • No planificas y vives con urgencias. No haces planes con tu dinero y lo gastas de manera desmedida,  esperando el siguiente pago. En lugar de eso, planifica y destina cantidades específicas de tu sueldo para las metas que quieres alcanzar.
  • No creas un plan de acción. Un plan te ayudará a evitar estar en la misma situación una y otra vez. Para que obtengas resultados distintos, deberás ser muy ordenado, planificar el año y darle mucho seguimiento a cada uno de los avances o retrocesos que hagas. Si algo no funciona, cámbialo. Se trata de crear una hoja de ruta en la que marques tus metas u objetivos y los pasos que requieres dar antes de llegar a ellos.
Como puedes ver, en las finanzas también se cumple el principio; si buscas un resultado financiero distinto, no hagas siempre lo mismo. Ordena tu dinero, traza un plan y cuando te enfrentes a obstáculos, no te des por vencido: busca formas distintas y creativas de superarlos.

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