¿Cómo tener una casa eficiente?: 7 tips de ayuda

Si todavía tienes focos incandescentes o de los modelos antiguos, puede ser el momento de que hagas el cambio a LED. En general, tienen un tiempo de duración mucho mayor, consumen menos electricidad y tienen un costo que no es tan elevado, además de que se pueden encontrar fácilmente en alguna ferretería o en el súper.

Igualmente, considera aprovechar la luz natural al máximo. Abre cortinas, pinta paredes en tonos claros y organiza tu espacio para evitar prender focos durante el día. Ten presente que la energía más eficiente es la que no se consume.

El baño es de los lugares donde más se gasta agua. Una regadera normal puede llegar a usar más de 10 litros por minuto, mientras que una ahorradora baja el consumo de forma importante.

Igualmente, evita dejar correr el agua de regaderas y grifos sin que sea aprovechada de manera apropiada.

En vez de prender el aire todo el día, puedes invertir en ventiladores de techo eficientes, o bien, en un aire acondicionado tipo inverter. Este tipo de aire regula su potencia en lugar de apagarse y prenderse constantemente, lo cual ahorra una gran cantidad de energía.

También existen enchufes inteligentes que programan el encendido y apagado del aire o ventilador desde el celular. Así no lo dejas prendido sin querer.

Si eres dueño de tu casa y puedes hacer una inversión más grande, los paneles solares son un paso importante, tanto por el menor uso de recursos energéticos, como para tu bolsillo. Puedes aprovechar que México tiene abundante radiación solar durante la mayor parte del año. Igualmente, es recomendable hacer un estudio previo no solo de la radiación solar, sino también de tarifas que te permitan identificar los ahorros en el tiempo de vida del proyecto.

Si no puedes poner paneles aún, empieza con pequeñas acciones sostenibles, por ejemplo:

• En la cocina: prepara de una sola tanda la comida para varios días, de esa forma puedes aprovechar de mejor forma el calor de la estufa.
• En el baño: usa regaderas ecológicas para regular el flujo del agua y controlar su consumo.
• En la ventilación: considera el uso de cortinas y persianas, como una ayuda para disminuir el calentamiento.
• En el entretenimiento: desconecta los aparatos electrónicos cuando dejes de utilizarlos.
• En el planchado: evita planchar innecesariamente, después de lavarla, aprovecha de estirar la ropa y colgarla en ganchos.
• En la refrigeración: no guardes alimentos calientes en el refrigerador, aquello genera un mayor consumo de energía para bajar la temperatura.
• En la iluminación: no olvides apagar las luces de una habitación cuando sales o dejas de utilizarla.

Es común en una vivienda eficiente reutilizar el agua usada en las labores de limpieza para asear el patio, la banqueta o incluso para el baño. Solo asegúrate de usar limpiadores biodegradables para que no dañes las plantas o los drenajes.

También puedes instalar un sistema de captación de agua de lluvia con una cisterna, filtro y un tinaco. Esta agua puede ser ideal para regar las plantas o lavar los autos.

Cuando se te descomponga el refrigerador o el microondas, puedes optar por un nuevo producto con el sello FIDE (del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica). Indica que ese aparato consume menos energía.

Aunque a veces el precio inicial es un poco más alto, la diferencia se compensa rápido con el ahorro en tu recibo de luz.

Este tip es pequeño, pero poderoso: invierte en un buen termo para el café o agua, y olvídate de comprar botellas de plástico.

Lo mismo con los garrafones: si puedes, instala un filtro de agua y reduce la dependencia del plástico.
Además de evitar residuos, ahorras ese dinero que gastarías en botellas o garrafones.

Adoptar prácticas sostenibles no significa que tengas que vivir incómodo o gastar una fortuna. Se trata de hacer ajustes inteligentes, aprovechar los recursos que ya tienes (como el sol y la lluvia), y poco a poco ir cambiando hábitos y elementos que actualmente utilizas por unos más eficientes.

Además, cada peso que ahorras en agua, luz o gas, es dinero que puedes usar para otras cosas: una salida, unas vacaciones o para un imprevisto.

¿Lo mejor de todo? Muchos de estos cambios los puedes empezar hoy mismo para tener tu vivienda eficiente.