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Por Roberto Aguilar

¿Y a ti dónde te agarró el temblor?

Protegernos contra riesgos naturales e imprevistos no es algo exclusivo de nuestra persona sino también de las propiedades y que mejor que sea nuestra vivienda para dormir más tranquilo dentro y fuera de ella.

Con el encierro prolongado, cortesía del coronavirus, puede que le hayas tomado más cariño al lugar donde vives porque te sientes seguro y porque también se convirtió en tu lugar de trabajo, entretenimiento, reflexión y en algunos casos hasta de frustración por no poder salir.

Y hablando en términos de finanzas públicas para la gran mayoría la casa o departamento significa el activo más preciado porque puedes pasar el resto de la vida en dicho inmueble o mejor aún que sea el primero de una serie de propiedades que con el tiempo te permitan mejorar tu residencia en espacio y/o ubicación.

Pero como todo bien preciado requiere protección y un respaldo que asegure dicho patrimonio de amenazas naturales como un sismo, tormenta o incluso un huracán, y otras amenazas internas como un incendio, explosión, fuga de agua que atente no sólo el inmueble sino el menaje, obras de arte, tus aparatos electrodomésticos, etcétera. 

La alternativa ideal es un seguro para tu vivienda que además de proteger tu patrimonio tiene la particularidad de que inicia con una cobertura básica y se complementa conforme a las necesidades del cliente, por lo que tendrás un producto a la medida de tus necesidades, prioridades y presupuesto.

Por lo general cuando ocurre un siniestro que afecte tu propiedad, la aseguradora cubre el valor de la construcción, reconstrucción, reparación o la compra e instalación, si fuera el caso, de los bienes que hayan sido afectados por otros iguales o similares a los originales, aunque previamente se establece un tope máximo de indemnización. Incluso algunas aseguradoras ofrecen entregar el equivalente al valor comercial del inmueble en caso de que los daños sean irreparables, aunque la opción es más cara pero vale la pena considerarlo.

Además en esta coyuntura del coronavirus todas las aseguradoras flexibilizaron sus políticas de pago para clientes nuevos y existentes para apoyar la falta de liquidez e incertidumbre; como descuentos, facilidades de pagos con meses sin intereses o plazos más amplios para liquidar el seguro.

Y en los tiempos de incertidumbre que mejor que respirar sabiendo que tienes un respaldo de tu vivienda que en muchos casos podría convertirse también en una oficina permanente, y con más razón debe estar protegida por dentro y también por fuera.

Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y pueden no coincidir con las de BBVA.