¡Quiero se empresario!
Iniciar un negocio es sólo el principio de una odisea y más en estos tiempos tan complicados, la buena noticia es que justo en las épocas más retadoras es cuando el espíritu empresarial, el ingenio, la constancia y la administración son la fórmula ganadora. No te quedes en el camino.
El año pasado en México había 6.3 millones de negocios de todos los tamaños que generaron 36 millones de empleos; 95% de dichas unidades económicas se catalogaron como microempresas no sólo por el nivel de ventas sino porque dan trabajo hasta 10 personas, una de las principales medidas para las categorías de micro, pequeña, mediana y gran empresa. Y de este universo una tercera parte son pequeños talleres o fábricas, y luego siguen los comercios. Y bajo las actuales condiciones económicas del país, que se agravaron con la contingencia sanitaria que afectó directamente al empleo, pensar en iniciar un negocio es mucho más retador que nunca porque literalmente ya no sólo México sino todo el mundo no es el mismo y está en lo que se podría llamar una etapa de gestación de nuevas formas de vida en todos los sentidos, de generar ingresos y de hacer negocios sin importar el tamaño.
Pero si estas decido a iniciar la aventura porque te gustan los retos o porque no tienes otra alternativa toma en cuenta que la mitad del éxito de cualquier emprendimiento es la administración de todos los recursos, es decir del tiempo, empeño, dinero y planes, y la otra mitad viene justo de un mercado que cada vez es más competido porque para muchos es la primera alternativa para complementar sus ingresos o bien para aspirar a vivir de este negocio.
Aquí te comparto algunos consejos para que seguro aumentarán tus posibilidades de éxito y no formes parte de la estadística de mortandad temprana de las microempresas en México:
1) No hay caja chica. El primer gran error es utilizar las ventas del negocio como un ingreso personal extra y gastarlo cuando la regla de oro es separar ambos conceptos porque de lo contrario tu negocio está condenado al fracaso por falta de dinero para seguirlo operando y mucho menos para ampliarlo.
2) Piensa y actúa rápido. Complementa tu oferta de productos o servicios para que tengas posibilidades de vender más o sí la demanda es alta por cualquier causa reconvierte tu negocio, un ejemplo claro es la venta de mascarillas o caretas en la pandemia, y las entregas a domicilio.
3) Ser constante. No, no es idílico, muchas de las grandes empresas que hoy conoces comenzaron igual que tú, no bajaron la guardia en los momentos más complicados; soportaron la caída de ventas; cuidaron los costos; supieron leer las necesidades de sus clientes; y en general adaptaron y evolucionaron sus negocios.
4) Busca un aliado. Hoy es impensable que un negocio del tamaño que sea pierda una venta porque sólo acepte efectivo cuando cada vez más crece el uso del dinero virtual. Hoy la tecnología te permite no sólo convertir tu teléfono celular en una caja registradora sino tener bajo control los ingresos y gastos del negocio.