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Por Roberto Aguilar

Bendito aguinaldo

Hoy más que nunca el control de ingresos adicionales, como el caso del aguinaldo, toma una mayor relevancia por las condiciones actuales y la incertidumbre. No todo debe ser gastar sino al contrario podemos comenzar a ahorrar.

Siendo honestos el tema de cómo utilizar el aguinaldo es aburrido. Cada año las mismas recomendaciones: no lo gastes, mejor ahorra; invierte ese dinero; paga tus deudas; inicia un negocio; etcétera, etcétera, frases que seguro escuchas hasta el cansancio y que no atiendes porque tu mirada está puesta en las celebraciones de fin de año, que con sana distancia y todo siguen en la lista de prioridades, así como en los regalos y más ahora que se necesita una o varias palmaditas en la espalda para animarnos.

Y es muy probable que después de las fiestas nos enfrentemos a la cruda realidad de arrancar el nuevo año con más deudas y quizás sin dinero para terminar la primera quincena de enero, y entonces el ciclo gastar-pedir prestado-gastar-pedir prestado se reactive y seguramente perdure todo el año.

Pero hoy no debe sonar aburrido lo que escuches sobre el aguinaldo sino todo lo contrario porque la situación económica, laboral y de salud es muy compleja y debemos utilizar el dinero que por ley nos corresponde de manera más consciente, ordenada y con una visión de mediano y largo plazo.

En México el empleo formal se mide con el número de trabajadores inscritos al IMSS porque cuentan con las prestaciones que establece la ley, y entre ellas se encuentra el aguinaldo. Y si bien la contingencia sanitaria desafortunadamente borró de los registros a más de 1.2 millones de empleados, el número total no deja de ser relevante con 19.9 millones de trabajadores que recibirán una compensación equivalente a 15 dias de salario e incluso sino se cumpliera el año completo corresponde la parte proporcional.

Y ya con este contexto tienes una idea de cuánto recibirías y en qué fecha, lo que te permitirá planear el destino de los recursos, es decir qué harás con este ingreso extraordinario. Y sin importar el monto del aguinaldo destina sólo una tercera parte a los gastos de la temporada; otra parte igual para liquidar o pagar una parte de tus deudas; y el resto para iniciar un fondo para enfrentar cualquier tipo de emergencia o incluso objetivos para los siguientes meses e incluso años.

No es una regla inflexible porque depende de las condiciones de las finanzas personales, pero lo más importante es que el porcentaje que destines al ahorro sea no sólo inamovible sino lo más alto posible para disfrutar más que en las fiestas sino más bien durante todo el año o años.

Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y pueden no coincidir con las de BBVA.