Los testamentos son documentos legales que establecen lo que tú deseas hacer con tus bienes y el patrimonio que hayas creado durante tu vida, pero además son un respaldo de tu voluntad sobre la distribución de ellos, es decir, quién recibirá esos activos y en qué momento. Si mientras estés con vida no creas un testamento, es posible que tus designios no se materialicen.
Además, tus herederos pueden verse obligados a gastar tiempo, dinero y energía para resolver la pertenencia final del patrimonio.
Características del testamento
Las principales características del testamento son las siguientes:
- Es unilateral. No puede haber más de una parte que decide el destino de los bienes. En el caso de un matrimonio mancomunado, hay dos declaraciones de voluntad unilaterales, no dos testamentos.
- Es unipersonal. Solo hay un documento por persona.
- Es un acto no recepticio. El testamento puede abrirse sin comunicárselo a los beneficiarios, es decir, no necesita ser conocido por ellos para generar sus efectos.
- Personal. Esta característica indica que no puede ser hecho por medio de algún representante.
- Formal. Se deben respetar ciertas formalidades previstas en la ley, como que un notario haya dado fe del testamento.
- Revocable. Si otorgaste un testamento, tienes la posibilidad de cambiarlo o dejarlo sin efecto.
¿Cuáles son los requisitos para hacer un testamento?
Algunos de los requisitos para hacer un testamento son los siguientes:
- Generales. Haber cumplido 17 años, estar en pleno uso de tus facultades mentales y completar la solicitud.
- Contenido. Manifestar tu voluntad de manera clara, elaborar una lista de los bienes y la ubicación, en caso de no nombrar a un heredero universal y designar el nombre del albacea, que es la persona responsable de que se cumpla la voluntad reflejada en el testamento.
- Datos. Proporcionar tus datos generales además de copia de tu acta de nacimiento, así como un original y copia de una identificación oficial.
- Pagos. Cubrir el pago de los derechos correspondientes.
¿Qué sucede si no tienes un testamento?
Si mueres “intestado”, es decir, sin testamento, el estado supervisará lo que ocurrirá con tus activos, que normalmente se distribuirán de acuerdo con una fórmula establecida y a menudo hace que la mitad de tu patrimonio vaya a tu cónyuge y la otra mitad a tus hijos.
Tal escenario a veces da como resultado la venta de los activos, lo que puede afectar negativamente a alguno de tus beneficiarios. Además, si tienes hijos menores de edad, pueden surgir otras complicaciones, ya que es posible que se nombre a una persona que haga las veces de representante con la idea de velar por los intereses de los niños. Por esto mismo, es importante mantener el testamento en un lugar donde esté seguro y accesible.
¿Hacer un testamento o un fideicomiso?