Para gestionar la herencia más allá de las fronteras

4 sept. 2025

En la última década, México ha experimentado una transformación profunda en la forma en que empresarios y familias de alto patrimonio conciben la gestión de su riqueza. La combinación de un entorno global incierto, la creciente movilidad internacional de los herederos y la evolución normativa en materia fiscal y financiera ha impulsado una agenda patrimonial más sofisticada y transnacional.

Gestión Patrimonial

Si bien en México la transmisión de bienes hereditarios goza de un tratamiento fiscal favorable, la situación cambia radicalmente al entrar en contacto con otras jurisdicciones.
En Estados Unidos y Europa, los impuestos sucesorios y las reglas de acceso a las cuentas financieras pueden generar resultados inesperados si no existe una planeación previa.
Hoy, la pregunta ya no es simplemente cómo heredar, sino dónde se dispondrá la herencia, bajo qué ley aplicable y con qué implicaciones tributarias. Esta complejidad obliga a diseñar esquemas de sucesión que integren simultáneamente varias jurisdicciones, evitando conflictos de leyes y riesgos de doble tributación.
La diversificación de activos ha dejado de ser una recomendación para convertirse en un imperativo. No obstante, su implementación plantea un dilema: mientras más disperso se encuentra el patrimonio -cuentas en distintas plazas financieras, bienes inmuebles en diferentes países, sociedades con operaciones multinacionales-, mayor es la dificultad para administrarlo y protegerlo de forma coherente.
Frente a ello, surge la necesidad de vehículos flexibles que permitan centralizar la estrategia sin exigir la concentración forzosa de los activos. El fideicomiso líquido, por ejemplo, se perfila como un instrumento que facilita la administración integral de cuentas y portafolios de inversión, aun cuando permanezcan en instituciones financieras diversas o enjurisdicciones distintas.

Tendencias en evolución
Arquitectura patrimonial abierta
: se privilegia la flexibilidad frente a la rigidez, con estructuras capaces de adaptarse a cambios familiares, regulatorios o de mercado.
Transparencia fiscal internacional: el intercambio automático de información (CRS, FATCA) ha consolidado un nuevo paradigma donde la opacidad deja de ser viable.
Institucionalización del legado: cada vez más familias integran protocolos, órganos de gobierno corporativo y reglas de sucesión ordenadas en sus fideicomisos, buscando perpetuar no sólo el patrimonio, sino también la cohesión familiar.
Sistemas de consolidación global: los grupos patrimoniales comienzan a adoptar plataformas y estructuras jurídicas que unifican, en un solo marco de referencia, los activos dispersos en distintas jurisdicciones. Esto no solo facilita la gestión y el reporte consolidado, sino que aporta claridad estratégica frente a Bancos, autoridades fiscales y herederos.
Innovación tecnológica: el uso de plataformas digitales para la gestión patrimonial y la eventual incorporación de    blockchain como certificador de derechos fiduciarios marcarán la siguiente etapa.

México se encuentra en un punto de inflexión. Las familias que reconozcan la dimensión global de la planeación patrimonial y adopten esquemas abiertos, transparentes y técnicamente sólidos, no sólo garantizarán la continuidad de su riqueza, sino que convertirán la incertidumbre internacional en una oportunidad estratégica.
En este nuevo mapa, la verdadera ventaja competitiva ya no reside únicamente en la generación de riqueza, sino en la capacidad de preservarla y transmitirla más allá de las fronteras, con visión integral y disciplina jurídica.

Sandra Ivone Navarro Castillo
Wealth Planner- Banca Privada UHN
BBVA México