La Copa Mundial de la FIFA 2026, estrategia en la cancha y en las finanzas
16 oct. 2025
El torneo de fútbol más importante entre selecciones hará historia en el deporte, la Copa Mundial de la FIFA 2026. Será la primera edición con 48 equipos representativos y tendrá como sedes Canadá, Estados Unidos y México, éste último como el único país que por tercera vez será anfitrión tras 1970 y 1986, un hecho que confirma su capacidad para estar en la mirada global. No obstante, más allá de la euforia deportiva, el evento plantea un desafío económico para las familias e inversionistas.
La justa mundialista puede convertirse en un evento inolvidable o en un pasivo para aquellos que no tomen previsiones financieras. Para que sea lo primero, se debe actuar con mentalidad patrimonial, estableciendo un presupuesto claro. Si no existen límites definidos, los gastos pueden salirse de las manos; en cambio, con una cifra concreta se puede lograr un equilibrio entre la emoción y la disciplina financiera.
Los precios ya muestran la fuerza de la demanda: más de 4.5 millones de personas se inscribieron al sorteo de boletos. En México, de acuerdo con el sitio de la FIFA, las entradas se estiman desde 400 hasta 1,800 dólares, y en otras sedes como Los Angeles pueden rondar los 1,500 dólares en promedio. Lo anterior, sin considerar el aumento de hospedaje y vuelos.
Si a inicios de 2025 alguien aportó 250 dólares mensuales, llegará al torneo con más de 4,000 dólares, suficientes para boletos y hospedaje sin endeudarse. El plan de ahorro es fundamental, por lo que todavía se está a tiempo a poco menos de un año para el inicio del torneo.
Invertir ese ahorro en instrumentos líquidos como fondos de deuda o cetes podría generar un pequeño rendimiento adicional. En este punto el mundial enseña que la constancia en la cancha o en las finanzas siempre rinde frutos.
Por otro lado, para un inversionista puede representar un escenario de oportunidades. El gasto masivo que habrá en turismo, transporte y entretenimiento será un catalizador que impactará en los mercados. Sectores como aerolíneas, cadenas hoteleras, alimentos, plataformas de entretenimiento y medios de comunicación suelen beneficiarse y aumentar su valor. Una forma de acceder a ello es a través de ETFs diversificados o acciones que estén vinculadas.
Desde una perspectiva económica, el mundial es un espejo de lo que sucede en los mercados financieros. La oferta es limitada y la demanda es masiva. El resultado son precios al alza y hay presión sobre los recursos. Quien se prepara con anticipación accede a mejores condiciones, tal como el inversionista que entra temprano a un mercado competitivo.
La analogía es clara, así como las selecciones se preparan y entrenan años para un torneo que dura solo un mes, las finanzas personales también requieren constancia y visión de largo plazo. La pasión no debe anular la planeación. La emoción es el motor, pero la estrategia es el volante.
Este será un evento que dejará huella en millones de personas. La diferencia estará en cómo se viva, ya sea una inversión en experiencias valiosas o como una carga financiera. Los recuerdos, cuando están bien planificados, crecen en valor con el tiempo, las deudas en cambio siempre juegan en contra. El partido más importante, para inversionistas y aficionados por igual, será mantener la disciplina financiera mientras rueda el balón.
Mauricio Vera Bustamante
Banquero Patrimonial
BBVA Banca Patrimonial y Privada