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Oportunidades que refleja la inflación

17 dic. 2021

Eduardo Montes de Oca Ilizaliturri

En 2021, el precio de un gran número de mercancías y servicios ha venido en aumento, lo cual es reflejado en niveles altos de inflación comparado contra históricos de últimas décadas.

Como consumidor lo habrás notado si has ido recientemente a un supermercado o en general al haber consumido algún bien y/o servicio. En varios sectores, la inflación no solo manifiesta dinámicas transitorias sino también cambios estructurales, los cuales reflejan oportunidades de mejora y crecimiento futuro.

Contrastando la inflación general del último dato de 2021 contra el símil de 2019, previo a la pandemia del Covid-19, resulta interesante notar que de los 38 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos “OECD”, actualmente 37 tienen una mayor tasa de inflación que en 2019.  En el caso de Estados Unidos se observa un nivel de 6.8% contra 2.1% y en México 7.37% contra 2.97%, siendo en Estados Unidos la mayor alza vista desde 1982 y en México los crecimientos más altos de los últimos 20 años.

Parte del aumento en inflación está asociado a una fuerte recuperación en la actividad económica y la demanda, dada la disminución de restricciones de movilidad debido a una mayor cantidad de personas vacunadas. La demanda se puede describir gráficamente con una forma de “V”, al caer rápidamente al comenzar la pandemia, pero recuperarse velozmente en 2021. Respecto a la oferta de bienes, interrupciones de producción ante expectativas de menor demanda, medidas draconianas sobre todo en Asia y desastres naturales, trajeron importantes desbalances y cuellos de botella, teniendo una transición hacia una recuperación en producción en forma de “U”, ya que a las empresas les toma más tiempo reajustar su producción y realizar planes de expansión. Este desbalance ha ocasionado mayor costo en insumos y menos productos en el mercado de lo que los agentes buscan, causando inflación. 

El desajuste entre oferta y demanda probablemente será temporal y la tendencia alcista en inflación se podría moderar y revertir hacia mediados del 2022, por efectos base y al irse normalizando la producción. Sin embargo, es probable que la inflación no regrese a niveles pre pandemia por cambios estructurales, como presiones salariales, participación laboral en el mercado y movimientos seculares en la economía.

En este contexto, segmentos donde se observa mayor inflación, entre ellos bienes duraderos, refleja no solo una reasignación del gasto de familias, sino tendencias permanentes que la pandemia ha ayudado a acelerar. El paso exponencial en que las personas y empresas han adquirido aparatos electrónicos refleja la digitalización global, lo cual ayudará a que cada vez más se pueda extraer y analizar información valiosa generando ventajas competitivas y oportunidades.

Otro segmento donde se ha observado un fuerte incremento de precios es el energético, por ejemplo, gasolina y combustóleo.  Cambios hacia energías renovables y transición hacia energías limpias son necesarios en un contexto de cambio de condiciones meteorológicas globales. Estos esfuerzos han sido y probablemente continuarán liderados por tratados como el Acuerdo de París. Esto ha limitado la inversión en energía e hidrocarburos, pero en el futuro traerá oportunidades de inversión hacia otro tipo de energías más eficientes. 

Por último, la pandemia remarcó inestabilidades en cadenas productivas globales, que se vieron reflejadas en inflación.  Algunas empresas están reconfigurando y diversificando su cadena de suministro para priorizar la resiliencia a disrupciones, lo cual resulta atractivo para la activación o crecimiento de industrias en lugares que tengan las condiciones macroeconómicas necesarias para materializar inversiones. Tratados y relaciones comerciales internacionales bien establecidas, así como países y empresas que redirijan gasto y prioridades en segmentos donde los cambios están ocurriendo, tendrán una ventaja competitiva muy relevante hacia el futuro. Además, las valuaciones de activos financieros relacionados se verían favorecido en este contexto. Probablemente en los próximos años podremos ver a jugadores que resurjan con gran fuerza al verse beneficiados al redefinir proyectos prioritarios que generen sinergias y círculos virtuosos, como sucedió con Corea del Sur o Singapur hace unos años.

 

Eduardo Montes de Oca Ilizaliturri
VP Portfolio Manager Asset Allocation – BBVA Asset Management
eduardo.montesdeoca@bbva.com