Información

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrar a los usuarios publicidad relacionada con sus preferencias. Si se continúa navegando, consideramos que se acepta su uso. Es posible cambiar la configuración u obtener más información.

Más información

Inversión sustentable, una alternativa para el 2020

20 dic. 2019

Durante el 2019, los temas como menor crecimiento global, guerra comercial entre EE.UU. y China, Brexit, juicio político a Donald Trump, han sido algunos de los riesgos globales que los estrategas de inversión han tenido que superar para poder entregar rendimientos atractivos en los portafolios de inversión y aunque en los últimos años, el panorama de volatilidad e incertidumbre ha dado un escenario con menor apetito por riesgo por parte de los inversionistas, la expectativa y la necesidad de obtener rendimientos altos se ha mantenido vigente.

Para el año 2020, el reto es alto. En términos generales se vislumbra un escenario de desaceleración económica a nivel global, tasas de interés a la baja, valuación de las bolsas adelantada, elecciones en EE.UU., entre otros, y la búsqueda y el apetito por rendimiento seguirá siendo una constante. Por tal motivo, la correcta selección de activos será primordial para el crecimiento del patrimonio de los inversionistas.

¿En qué activos se encuentra valor para el 2020? Una alternativa para el siguiente año y en donde se espera que los flujos de los inversionistas crezcan de manera significativa es a través de activos o empresas sustentables con criterio ESG (Environmental, Social, and Governance) por sus siglas en inglés.

Las razones por las cuales se ve un crecimiento importante en este tipo de inversiones surge porque la presión social, política y financiera para luchar contra el cambio climático se está intensificando. Para limitar el calentamiento global a 1.5 grados adicionales sería necesario lograr una sociedad con cero emisiones en 2050, lo que exigirá: completa descarbonización del sector energético y la electrificación de muchos sectores (industrias, transporte, edificios); desarrollo de tecnologías viables de captura y almacenaje de carbono, así como de eficiencia energética.

En términos de demanda en el largo plazo, se debe considerar que nueve de cada 10 millennials están interesados en la inversión sostenible. Los millennials que están muy interesados en el tema aumentaron del 23% en 2015 al 38% el año pasado, siendo el doble de propensos a invertir en compañías con objetivos sociales o medioambientales, que cualquier inversionista común.

Así, las empresas que pueden ser ganadoras en el largo plazo son las que integran en su cadena de valor energías limpias, redes de transmisión eléctrica, así como empresas de eficiencia energética y fabricantes de vehículos eléctricos por mencionar algunas. Las empresas que pudieran tener una desventaja bajo ésta óptica son las que integran en su cadena de valor las energías fósiles (petroleras, fabricantes de autos con motores de combustión); las que son consumidoras intensivas de estas energías (cementeras, acereras, petroquímicas, empresas de transporte) y las que emiten altas concentraciones de gases (productores de carne animal o leche).

Al invertir es importante tener en mente que las empresas y las industrias tienden a mostrar una evolución y mejora a futuro. Las mejoras en sostenibilidad serán un factor que beneficie a las compañías ante los ojos de los inversionistas en el corto y mediano plazo.

 

Gerardo Valdivia Díaz
Equity & Fixed Income Securities

Corporate & Investment Banking
gerardo.valdivia.diaz@bbva.com

Esta es una colaboración para la columna "Finanzas para Todos" de El Economista. Consulta también la nota aquí