Un Personal Shopper Inmobiliario divide su trabajo en dos partes: tiene que convencer a los propietarios para que les dejen ofertar su propiedad y por otro lado hacen la venta de la propiedad, ayudando a las personas que desean convertirse en propietarios a hacer la mejor compra posible, tras realizar la búsqueda, el filtrado, las visitas, la diligencia y las negociaciones, entre otros.