Un asistente virtual te ayuda con tareas que incluyen tomar dictados, leer mensajes de texto o de correo electrónico en voz alta, buscar números, realizar llamadas telefónicas, recordarte sobre tus citas, compromisos y también te apoya con tus operaciones de banca digital.
Las tecnologías que impulsan a los asistentes virtuales requieren cantidades masivas de datos, que alimentan las plataformas de inteligencia artificial (IA), incluido el aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural y las plataformas de reconocimiento de voz. Así, a medida que interactúas con tu asistente virtual, la programación de IA utiliza algoritmos sofisticados para aprender de la entrada de datos y mejorar la predicción de tus próximas necesidades.