Mujeres y crédito empresarial: Cerrando brechas en el sistema financiero
24 abr. 2025
En 2024, el Banco de México (Banxico), en su Reporte de Estabilidad Financiera, señaló que en la cartera de crédito empresarial existen brechas de género significativas. Las mujeres representan el 30.6% de las empresas acreditadas, frente al 69.4% de los hombres, y sus créditos constituyen apenas el 24% del saldo total, mientras que los de los hombres abarcan cerca del 75%.

El mismo documento destaca que el hecho de que las mujeres se concentren principalmente en ciertos sectores económicos, implica que su inclusión puede contribuir a diversificar los portafolios de crédito. Adicionalmente, el índice de morosidad -es decir, la proporción de saldo vencido respecto al total de la cartera- tiende a ser más bajo entre las mujeres en todas las categorías de crédito, lo que sugiere un comportamiento de pago relativamente más favorable, y que un mayor financiamiento dirigido a las mujeres podría generar beneficios para el sistema financiero.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 49% de las mujeres que han emprendido opinan que su principal motivo para hacerlo es obtener mayor independencia y elevar su calidad de vida.
En ese sentido, BBVA México impulsa decididamente el empoderamiento económico de las mujeres, mediante la creación de programas de financiamiento creados en conjunto con Nafin y Bancomext. Estos programas están diseñados para fortalecer sus cadenas productivas, con tasas preferenciales y especialmente dirigidos a segmentos vulnerables como lo son precisamente mujeres, jóvenes, emprendedores y micronegocios.
Aunado a los esfuerzos de la iniciativa privada, el gobierno a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) impulsó a mediados de 2021 una reforma regulatoria, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), en la que se reconoce que las mujeres presentan menores tasas de impago; por ende, el crédito para ellas requiere una menor reserva de capital.
El otorgamiento de crédito sigue una lógica similar a las decisiones de inversión, donde el equilibrio entre riesgo y retorno es clave.
Adoptar un enfoque de género intencional en el sector financiero no solo promueve la justicia social, sino que también mejora la calidad de los portafolios y la estabilidad financiera. Una forma de incorporar este enfoque en inversiones es mediante instrumentos como los Fondos Cotizados en Bolsa (ETFs) que invierten en empresas dirigidas por mujeres, como el NYLI Engender Equality ETF o el Hypatia Women CEO ETF, que priorizan el liderazgo equilibrado por género y la equidad salarial.
Thania Berenice Hernández Alarcón
Especialista de Inversión Bursátil Divisional
BBVA Banca Patrimonial y Privada