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“Tenemos que hablar”: la importancia del plan sucesorio

10 feb. 2023

Héctor Vela Estrada

Comunicar el plan sucesorio y asegurarse que la familia entienda los deseos de la persona es tan importante como desafiante, pero también aumenta la posibilidad de que la planeación patrimonial pueda ser ejecutada exactamente de acuerdo con lo deseado.

Numerosos estudios han demostrado que el mayor riesgo para la continuidad del patrimonio familiar a través de las generaciones es la discordia familiar, de hecho, hay profesionistas expertos que aseguran que es un riesgo aún mayor que el que tiene un mercado financiero o una cartera de inversión propiamente, lo que puede derivar en un completo fracaso a la hora de transferir el patrimonio. Una adecuada planeación patrimonial está enfocada a ordenar, proteger, optimizar y transmitir el patrimonio empresarial y familiar evitando riesgos de disputas entre los propietarios, así como a no poner en peligro la continuidad de las organizaciones empresariales.

Sin duda, dos de los temas más complicados de platicar con la familia son los relativos a la muerte o al dinero; es natural querer evitar disgustar a alguno de los miembros, sean o no beneficiarios, o de evitar malcriar a alguno de los hijos, pero es precisamente esta falta de comunicación la que puede detonar graves consecuencias, de ahí la importancia de acercarse a un asesor para determinar el tipo y el detalle de la información que se debe proporcionar a la familia en circunstancias particulares.

El mejor y más claro ejemplo ha sido la pandemia de COVID-19, durante ésta muchas personas cayeron enfermas, discapacitadas o incluso perdieron la vida dejando a sus familiares a la deriva para tomar decisiones sobre su cuidado, sus deseos después de la muerte y sus finanzas, todo ello mientras los mercados financieros se agitaban y había una urgencia de decisiones clave. Tomando en cuenta esta situación que afectó a millones en todo el mundo, se proponen algunos consejos:

  1. No heredar problemas. Ser sincero con lo que se desea dentro de lo razonable. El plan de sucesión es personal y si bien no se requiere compartir todos los detalles en vida, sí se deben realizar conversaciones formales en las que se trace un marco de referencia principal. Esto es especialmente necesario en el caso de contemplar beneficiarios a los que se les encomendarán funciones específicas, tales como servir de albacea, la dirección de un negocio, la gestión de un activo o la responsabilidad de cuidado de un cónyuge superviviente o de un hijo adulto con necesidades especiales.
  2. Es posible que alguien tenga que saberlo todo. Puede ser un cónyuge, un abogado o un familiar, pero alguien debe estar preparado para actuar en caso de emergencia y saber a dónde acudir. Una forma de agilizar la información es crear un documento maestro que contenga un inventario de todo el patrimonio, incluidos los números de cuenta, las ubicaciones e instituciones bancarias.
  3. Organizar los documentos e informar dónde se encuentran físicamente. Ya sea un problema de salud grave o tras el fallecimiento, muy probablemente será necesario tomar decisiones rápidas, tales como el pago de facturas o la toma de decisiones de inversión. Es importante que alguien de confianza sepa quién estará en cargo, y hay que tener en cuenta que esa persona también necesitará tener toda la documentación necesaria para la toma de decisiones. Es mucho mejor formar y equipar a la persona elegida antes de que se produzca una emergencia. Así se puede estar seguro que dispone de la información pertinente y de los documentos adecuados que le dan autoridad para actuar. En muchos casos, el asesor financiero personal, contable o abogado pueden ayudar a la persona designada a reunir la información y documentación pertinentes.
  4. Dar a conocer el alcance del patrimonio a la familia. Si bien el estilo de vida y otros indicadores suelen alertar a los hijos de la riqueza de la familia, algunos padres ocultan a sus hijos la totalidad de su patrimonio. En algunos casos, la revelación de un patrimonio neto significativamente mayor o menor de lo esperado supone una gran sorpresa tras el fallecimiento de alguno de los padres. Estos descubrimientos podrían conllevar una fuerte respuesta emocional, que incluye el posible resentimiento o cuestionarse el por qué no se les confió la información en primer lugar. En la práctica, si se tiene mucho más de lo que los hijos saben, puede que se sientan abrumados o no estén preparados para gestionarlo al momento de recibirlo. Ser sincero sobre el alcance del patrimonio ayuda a garantizar que los herederos estén bien preparados y puedan administrarlo con éxito en el futuro.
  5. Compartir dentro de lo razonable las expectativas o preocupaciones sobre los beneficiarios. Es importante ser abierto en cuanto a la forma en que planea transmitir la responsabilidad o el dinero a los beneficiarios antes de la muerte. Esto es primordial cuando los beneficiarios no reciben partes iguales de la herencia o el legado. Puede haber razones genuinas para ello; por ejemplo, un hijo puede requerir más asistencia que otro o tener necesidades especiales o uno de ellos puede haber recibido una ayuda importante en vida. No compartir este contexto con los beneficiarios en vida abre la posibilidad de que lleguen a sus propias conclusiones sobre las intenciones y tengan que vivir con ese error.
  6. Tener en cuenta las circunstancias familiares individuales de los beneficiarios. La comunicación y la claridad son aún más importantes para las familias mixtas, como los padres con hijos adultos de un matrimonio anterior o las familias con hijos menores o con necesidades especiales. Estas circunstancias pueden requerir una planeación diferente, tanto para garantizar que los beneficiarios previstos reciban lo que se desea dejarles, como para asegurar que cualquier miembro vulnerable de la familia esté debidamente protegido. Si se nombra a un tutor, es absolutamente fundamental que esa persona sea de confianza, esté consciente de la situación y acepte esa responsabilidad.

El patrimonio personal, sea cual sea, se construye a lo largo de la vida y el camino para lograrlo, en el mejor de los casos, pudo haber sido fácil, pero, aun así, como todo en la vida implica en algún momento trabajar arduamente y hacer ciertos sacrificios personales y familiares. Es por eso que hoy es el mejor para empezar con el proceso de planeación.

 

Héctor Vela Estrada
UHN Wealth Planning – BBVA Banca Patrimonial y Privada
hectormauricio.vela@bbva.com