En épocas de enorme volatilidad en la economía mundial, la planeación y la administración empresarial puede ser un verdadero dolor de cabeza, puesto que, en ocasiones, no es posible adaptarse a los cambios con la velocidad que se requiere, resultando en menores utilidades o generando pérdidas para una empresa.
Sin embargo, en el mercado existen productos para poder combatir la incertidumbre generada por distintos factores económicos con miras a no depender tanto de los precios cambiantes de un mercado volátil. Se trata de instrumentos derivados con el objetivo de cobertura de flujos.
¿Cómo cubrir los flujos futuros de obligaciones variables?
Con el objetivo de reducir o eliminar las posibles pérdidas que pueden causar un incremento en el valor de los pasivos comprometidos, o bien una reducción en los derechos futuros adquiridos, se puede contratar un derivado de compra o venta, según sea el caso. Los derivados más comunes son futuros, opciones o Interes Rate Swaps (IRS).
El derivado cubre la exposición a la variación que se atribuya a un riesgo asociado a pasivos, o a una transacción prevista, siempre que afecte a los flujos futuros (obligaciones o derechos) de una empresa. El uso inteligente de los derivados permite que protejas tus flujos de las eventualidades.
¿Por qué tu empresa debe tener coberturas?
Los pasivos o cuentas por cobrar de las empresas suelen estar referenciados a factores variables de mercado; por ejemplo, una empresa mexicana al contratar un crédito de tasa variable (LIBOR + X PUNTOS) en USD, a partir de enero 2022 LIBOR pasará a ser SOFR + X PUNTOS, puede estar expuesta a dos factores de mercado: el tipo de cambio USD/MXN y la tasa de interés LIBOR (SOFR a partir de 2022). Ya que la tasa de interés que tendrá que pagar será definida al inicio de cada fecha cupón y la cantidad de pesos necesarios para cubrir los dólares dependen del tipo de cambio de ese momento.
Como te puedes imaginar, existen una gran cantidad de factores, inciertos e impredecibles, que pueden incidir los mercados y afectar los flujos futuros de efectivo en una compañía. Con las coberturas correctas, ésta falta de certeza se diluye y podría definir una cantidad conocida para todos los flujos futuros a través de la contratación de un derivado.
Es por ello, que las coberturas se han vuelto uno de los vehículos más eficientes para mitigar pérdidas y mejorar las previsiones y los cálculos con los que operan las empresas.
Para hacer una cobertura de flujos se debe de identificar:
- Los factores de riesgos a los que se está expuesto.
- El tipo de activo o pasivo que se quiere cubrir.
- Y las necesidades de flujos de operación, tanto montos y plazos.
Se debe hacer un análisis profundo del costo-beneficio, pues este debe de ser proporcional a las necesidades de la empresa.
La prevención es, como en muchos otros aspectos de la administración empresarial, uno de los aspectos más importantes en este caso. Lo ideal es planificar la contratación de coberturas con anticipación, cuando se prevea una posible inestabilidad en los mercados.
Hay muchos tipos de coberturas, pero antes de elegir una, es importante identificar los derivados que sirvan a las necesidades requeridas, esto ayudará a que las coberturas que se busquen ofrezcan una real solución y el costo sea adecuado, por lo que es muy importante obtener la asesoría adecuada a las características de la empresa y revisar las distintas alternativas ofertadas.
La idea es que el asesor pueda conocer los flujos que generan las obligaciones o derechos de la empresa, así como la expectativa del valor futuro del elemento a cubrir, y de esa forma se pueda planear y administrar en conjunto desde un inicio.
Con una buena estrategia de cobertura de flujos puedes obtener certidumbre ante los cambios y variaciones en los mercados, y así administrar las eventualidades asociadas a las actividades y necesidades de tu empresa.