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El PIB se aceleraría en los próximos trimestres ante la mejora en la economía de EE.UU. y la expansión fiscal en México

5 jun. 2014

La reforma energética contribuiría a reducir la proporción de trabajadores en la economía informal y generaría 200 mil empleos formales adicionales por año

  • Esperamos que la economía se acelere en los siguientes trimestres con base en las siguientes consideraciones: una mejora en la economía de Estados Unidos que permita que el país crezca en 2.5% anual, y que el gasto del sector público en México fluya de manera oportuna, eficiente, y en mayor monto en virtud del déficit fiscal aprobado para este año.
  • Estimamos que estos factores deberán continuar el próximo año, al mismo tiempo que las reformas estructurales podrían empezar a rendir sus primeros resultados en 2015, aunque todavía modestos, por lo que estamos aumentando nuestro pronóstico de crecimiento del 3.0% al 3.5% para el siguiente año.
  • La reforma energética contribuiría a reducir la proporción de trabajadores en la economía informal. En concreto, el empleo en las empresas informales de la economía podría pasar del 27% de la PEA hasta un 24%, cuando se materialice el aumento de la inversión esperado de manera sostenida.
  • La inflación anual se mantiene bajo control, y cerrará 2014 en torno a 3.7%.

El ajuste en el escenario de crecimiento del 2014 fue resultado de la caída en la economía de Estados Unidos (EE.UU) en el primer trimestre derivada de problemas climáticos, y de un efecto mayor al esperado del aumento impositivo sobre el consumo y la inversión, así como por otros factores como la lenta recuperación de la construcción y la baja en la producción petrolera.

Para los siguientes trimestres la economía debiera acelerarse como resultado de la mejora en la economía de EE.UU. y de la expansión del gasto público, en caso de que esto se haga de manera eficiente. Se espera que estos factores continúen a lo largo del próximo año, al mismo tiempo que las reformas estructurales podrían empezar a rendir sus primeros resultados para el 2015, lo que se reflejaría en un crecimiento en torno al 3.5% anual para el próximo año.

Los datos recientes sugieren que los factores principales detrás del escenario de crecimiento del PIB han comenzado a materializarse. Por una parte la demanda externa de productos mexicanos se ha fortalecido y por otra la política fiscal se ha tornado expansiva. Las exportaciones de mercancías hacia EE.UU. se han acelerado y mantienen un crecimiento anual en abril de 8.5%.

Adicionalmente, la economía americana se está acelerando en el segundo trimestre, en particular los datos de empleo y de pedidos manufactureros del mes de abril resultaron mayores a lo que esperaba el mercado. De tal manera que la demanda de EE.UU. por productos mexicanos debería acelerarse a partir del segundo trimestre. En cuanto al gasto público, éste creció de forma acumulada entre enero y marzo a una tasa anual de 17% con sus mayores aumentos en gastos de capital y transferencias.

En cuanto a la amplia agenda de reformas emprendida en el presente gobierno, ésta ha continuado con su proceso legislativo y se espera que la discusión y aprobación de las leyes secundarias avance a lo largo de los próximos meses, para continuar con su posterior implementación. Es clave que las leyes secundarias que finalmente se aprueben promuevan el cumplimiento efectivo de los objetivos de la agenda de reformas, y que su implementación sea eficaz. Si esto ocurre, estimamos que la economía mexicana alcance un crecimiento por arriba del 4.0% de manera sostenida.

Estimamos que la inversión que pudiera generar una implementación eficaz de la reforma energética sería favorable para la creación de empleo formal, reduciendo en el mediano plazo el tamaño del empleo que labora en el sector informal de la economía, yendo del 27% de la Población Económicamente Activa (PEA) observado actualmente, hasta un 24%. Estas reducciones implicarían que la entrada de trabajadores a la economía informal se reduzca considerablemente, en torno a 100 mil personas año, y que la creación de empleo formal aumente de manera adicional a la creación histórica en alrededor de 200 mil anualmente.

Con relación a la inflación, como esperábamos, el efecto de la entrada en vigor en enero de las nuevas medidas fiscales ha sido transitorio. Los aumentos en los precios de los productos agropecuarios observados en los últimos meses de 2013 se disiparon en el primer trimestre de este año. Esto último junto con el hecho de que la economía esté creciendo por debajo de su potencial permitió que la inflación mensual de febrero a abril fuera inferior al promedio de los últimos cinco años, lo que ha contribuido a que la inflación anual se sitúe en torno al 3.5%. Esperamos que la inflación se mantenga bajo control y finalice el año en torno a 3.7% anual.

En este entorno de inflación bajo control y amplia holgura en la economía esperamos que la pausa monetaria se mantenga por un período prolongado. La comunicación del banco central ha tomado el mismo sentido al señalar que el crecimiento para este año será menor a lo que estimaba previamente y que la brecha del producto no se cerrará hasta 2015.

El comportamiento de los mercados financieros en México ha estado influido predominantemente por la comunicación de la Reserva Federal (Fed) y por los datos de actividad económica en EEUU, y esto ha sucedido incluso por arriba de las tensiones geopolíticas.

Se han dado dos elementos que generan un ambiente propicio para la demanda de activos de mayor riesgo. Por una parte, la Fed ha utilizado en su comunicación un tono relajado para establecer que las tasas bajas se mantendrán por un periodo prolongado a pesar de la terminación de su programa de compra de activos financieros a finales de año. Esto ha sucedido al mismo tiempo que los datos observados y las perspectivas de la actividad económica en EE.UU. mejoran. En el caso del tipo de cambio, estos dos elementos han contribuido a su apreciación, permitiendo que el peso se ubique ya por debajo de los 12.9 pesos por dólar. Adicionalmente, el peso ha mantenido su diferenciación positiva en relación a otras monedas de economías emergentes.

Una vez que finalice la compra de activos financieros por parte de la Fed, lo cual ocurriría a finales del año, se espera que los mercados comiencen a centrar su atención en el posible inicio del ciclo de alza de la tasa de fondos federales. Cuando esto suceda, el tipo de cambio registrará movimientos al alza. No obstante, consideramos que su depreciación será moderada, hacia niveles de 13.30 pesos por dólar. Vale la pena mencionar que un entorno de aumento de tasas de interés en EE.UU, representaría una mejora en el ciclo económico de aquél país, lo que sería un factor favorable para el peso mexicano que contribuiría a mantenerlo anclado.

Esperamos que un panorama de fortalecimiento cíclico y el gradual aumento de la inflación en EE.UU. tenderán a ejercer presión al alza sobre las tasas de interés de deuda gubernamental en lo que resta de 2014 y en el 2015. Sin embargo, dadas las cifras de baja inflación en el primer trimestre y la comunicación de la Fed señalando que todavía se requieren las actuales condiciones laxas de la política monetaria, no esperamos movimientos importantes en las tasas de interés en el segundo trimestre.

Considerando la expectativa de que la Fed termine su programa de expansión cuantitativa en el último trimestre del año, consideramos que a partir de ese momento las tasas de interés de largo plazo deberían retomar una gradual tendencia alcista. Anticipamos que dicha tendencia se traducirá en niveles cercanos a 3.4% para la tasa de interés de la nota del Tesoro a 10 años al cierre de 2014 y en niveles cercanos a 6.9% para la del bono M mexicano del mismo plazo.

Contacto:

Carmen Peña Álvarez
Comunicación Externa
Tel. 56-21-18-53
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