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México supera lo peor de la etapa de la desaceleración y retomará el crecimiento: BBVA Bancomer

20 nov. 2013

El crecimiento para el 2013 se estima en 1.2% y en 2014 de 3.1% anual

  • La economía global mejora ligeramente al reducirse las tensiones financieras y aumentar los indicadores de confianza manufacturera, lo que ha frenando las salidas de capitales y contribuido a la mejora de las expectativas de actividad económica.
  • A pesar de los choques de oferta, la inflación se mantiene bajo control.
  • Los activos mexicanos resisten en un entorno de volatilidad generado por la comunicación de la Reserva Federal (FED) y las negociaciones fiscales en EE.UU.

El balance económico global de los últimos meses ha resultado finalmente positivo, favoreciendo la caída de la aversión al riesgo en los mercados financieros. Los indicadores de confianza manufacturera, una fiable señal cíclica, han seguido mejorando en las economías avanzadas y han interrumpido el deterioro previo en algunas de las emergentes de más importancia como China. También se ha registrado un descenso de las tensiones financieras y de las salidas de flujos de emergentes, resultado ambas del cambio de expectativas sobre una salida rápida de la Fed (Reserva Federal de EE.UU.) de su política de aumento extraordinario de la liquidez. La mejora del crecimiento chino, el final de la recesión en el área del euro y el acuerdo fiscal (temporal) en EE.UU. han completado la sucesión de eventos que mantuvieron en niveles bajos la aversión al riesgo en los mercados financieros.

En México, la primera mitad del año se caracterizó por una desaceleración que contribuyó a una revisión a la baja en el pronóstico de crecimiento económico, no obstante, en la segunda mitad el crecimiento se ha retomado. La actividad económica no creció durante el primer trimestre del año y decreció -0.7% en el segundo, cada uno con respecto a su trimestre previo. Para el tercer trimestre se prevé una expansión resultado principalmente de un repunte de la demanda externa, particularmente del buen desempeño del sector industrial de los Estados Unidos que importa más productos nacionales. Aunque con menor contribución al crecimiento, también se espera una mayor inversión y gasto público por efecto por la eliminación del subejercicio, de los procesos de reconstrucción debido a los desastres naturales y al mayor déficit público aprobado, lo que arrastrará positivamente el crecimiento económico hacia finales de 2013 y principios de 2014. Así, el crecimiento anual para 2013 y 2014 se estima en 1.2% y 3.1% anual, respectivamente.

Los huracanes "Ingrid" y "Manuel" afectaron en torno a dos tercios del territorio del país y provocaron daños y pérdidas que reducirán el PIB real estimado para 2013 en poco menos de 0.1 puntos porcentuales. Esto porque los gastos de la atención a la emergencia, la mayor cantidad de agua en presas (para riego, abastecimiento de agua y generación eléctrica) y el proceso de reconstrucción compensarán parcialmente la pérdida inicial.

El bajo crecimiento de los últimos años muestra la necesidad de abordar los importantes retos que tiene la economía mexicana para lograr un crecimiento económico sostenido. Entre ellos destacan la baja productividad de la economía; el amplio sector informal; la creciente percepción de inseguridad y los costos vinculados a ella; y la escasez de recursos para la innovación, ciencia y tecnología. La serie de reformas presentadas por el ejecutivo en 2013 buscan resolver estas limitantes, sin embargo el trayecto por recorrer es todavía largo y encaminar a México hacia una ruta de crecimiento y desarrollo sostenido dependerá fuertemente de los consensos alcanzados por las principales fuerzas políticas del país representadas en el Congreso, la voluntad del Ejecutivo y de una decidida participación ciudadana.

A pesar de los choques de oferta, la inflación se mantiene bajo control. Anticipamos que la inflación general se ubicará en diciembre de 2013 en torno a 3.4%, su menor nivel de cierre desde 2005. En enero de 2014, un nuevo choque de oferta, en esta ocasión derivado de los cambios fiscales, provocará un rebote de la inflación general hacia niveles cercanos al 4.0%, retomando a partir de febrero una tendencia decreciente para ubicarse durante 2014 en promedio en torno a 3.7%, similar a su nivel promedio durante 2013. Se espera que la inflación subyacente anual continúe en los próximos meses cercana a sus niveles mínimos históricos y cierre el año en 2.6%. Para 2014 consideramos que promediará 3.0%.

Si consideramos la inflación subyacente, la que mejor indica el comportamiento de mediano plazo de la inflación, el desempeño de la inflación durante 2013 ha sido muy favorable al haber tendido a la baja a lo largo del año. La inflación subyacente promedio paso de 3.42% en 2012 a 2.46% en el tercer trimestre de 2013. Esta reducción fue resultado de la debilidad del ciclo económico y la consecuente holgura que se ha traducido en ausencia de presiones de demanda sobre los precios. Los cambios finalmente aprobados en la reforma fiscal tendrán un efecto mucho menor sobre la inflación que el que se hubiera dado de aprobarse la propuesta inicial. Se estima que en conjunto los cambios impactarán al nivel de precios entre 0.4 y 0.6pp.

Por otra parte, se estima que un incremento en el endeudamiento gubernamental influye en un menor crecimiento del financiamiento al sector privado. De la misma manera, un incremento en los requerimientos de financiamiento para el sector público influye en un crecimiento menor del crédito bancario. Durante el año 2013 la tasa de política monetaria se ha reducido en 100 puntos base para situarse en 3.5%. Esto después de permanecer sin cambio durante casi cuatro años. En marzo, el reconocimiento de las ganancias en la lucha contra la inflación generó un recorte de 50pb, mientras que la debilidad del ciclo económico en un entorno de inflación bajo control fue determinante en los dos recortes más recientes. Hacia delante esperamos que se mantenga una pausa prolongada, a partir de la holgura en los mercados de la economía que mantendrá bajo control las presiones de demanda sobre los precios.

Los activos mexicanos resisten en un entorno de volatilidad generado por la comunicación de la Reserva Federal y las negociaciones fiscales en EE.UU. En los últimos meses la posibilidad de que iniciara la reducción del ritmo de compra de activos por parte de la Fed y el debate en torno al límite de deuda del gobierno de EE.UU., han sido los principales factores detrás de los fuertes movimientos en los precios de los activos financieros. En concreto, las tasas de los bonos gubernamentales de EE.UU., aumentaron, lo mismo que aquellas de los países emergentes, y éstos últimos sufrieron depreciaciones de sus monedas. En contraste con lo ocurrido en otros países emergentes, en México, estos periodos de volatilidad en los mercados financieros no generaron salidas abruptas de los flujos de inversión extranjera en el mercado soberano de renta fija, si bien se moderaron, continuaron siendo positivos. Este comportamiento favorable hacia México es una señal de la ventaja comparativa en términos de estabilidad económica y financiera del país frente a otras naciones.

Hacia el cierre del año esperamos que el tipo de cambio se encuentre en niveles de 12.7 pesos por dólar ante un margen limitado de apreciación derivado de dos factores. Primero, un escenario de eventual reducción de los estímulos monetarios por parte de la Fed; y segundo, el hecho de que las expectativas favorables del proceso de reformas parece tener un efecto moderado y ya ha sido incorporado en los precios actuales. Con respecto a las tasas de interés se espera que el proceso de normalización de la prima de liquidez se mantenga de forma paulatina, lo cual aunado a un mayor crecimiento económico para el próximo año generará un incremento en las tasas de mediano y largo plazo. En particular consideramos que el rendimiento a vencimiento del bono a 10 años cerrará el año en alrededor del 6.0%.  

Contacto:

Carmen Peña Álvarez
Comunicación Externa
Tel. 56-21-18-53
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